La Cámara de Diputados debatirá el primer presupuesto elaborado por el gobierno de Alberto Fernández, que contempla un incremento del 5 por ciento del PBI en 2021, una fuerte reducción en el pago de intereses de la deuda pública y una duplicación de gastos de capital para desarrollar un ambicioso plan de obras publicas, en una sesión en la que el oficialismo cuenta con los votos necesarios para darle media sanción al proyecto.
Informe: Gastón Fiorda
El tratamiento se producirá en una sesión que se iniciara a las 12 y que se extenderá hasta la madrugada del jueves, cuando se pondrá a votación el proyecto que cuenta con el respaldo de los legisladores del Frente de Todos, de los interbloques Federal y de Unidad Federal para el Desarrollo y el Movimiento Popular Neuquino, lo que le permitirá contar con alrededor de 138 votos positivos.
El apoyo de una veintena de diputados provinciales que conforman los interbloques y del Movimiento Popular Neuquino es el que le permitirá al bloque oficialista -que preside Máximo Kirchner- sumar esa cantidad de votos para sancionar la norma.
Por el lado de la oposición, Juntos por el Cambio decidió esta tarde abstenerse en la votación, algo que no complicará al Frente de Todos que tiene garantizada la mayoría para aprobar el proyecto, considerado clave para el Gobierno nacional.
Este año, el Gobierno administró los recursos a través de un presupuesto prorrogado del 2019.
El dictamen de mayoría de la comisión de Presupuesto -conducida por Carlos Heller (Frente de Todos)- que se debatirá mañana respeta los ejes centrales del proyecto girado por el Poder Ejecutivo, pese a las numerosas modificaciones incorporadas para contemplar pedidos de legisladores y gobernadores.
Los ejes centrales del primer presupuesto del gobierno de Alberto Fernández proyectan un crecimiento de la economía del 5 por ciento del PBI, una inflación del 29% y un dólar promedio de $ 102,4, y un déficit del 4,5 por ciento.
Otro aspecto central será la duplicación de gastos de capital que alcanzará el 2,2 por ciento del PBI, con el fin de aplicar un ambicioso plan de obras públicas.
En cambio, los intereses de la deuda, que en el el presupuesto del 2019 representaron el 3,5% del PBI, en el proyecto del Gobierno llegan al 1,5 por ciento del PBI tras el acuerdo logrado por el ministro de Economía, Martín Guzman, con los bonistas.
Otro aspecto clave es que se destinarán $ 5,5 billones a gastos sociales para el pago de jubilaciones y asignaciones sociales, programas alimentarios, de economía social, entre otros, lo que representa el 65% de los recursos contemplados para 2021.
Además, será el primer Presupuesto diseñado con perspectiva de género, ya que se destinarán hacia esas políticas el 15% de sus recursos previstos para 2021.
En cuanto a los cambios, se sumaron $ 7.000 millones a los subsidios al transporte de pasajeros del interior; se agregaron $ 4.000 millones a las Universidades; y se fijaron cupos fiscales de $ 24.000 millones para beneficios de la ley de Economía del Conocimiento.
También se reformó la ley de juegos de azar y se dispuso que pagará tributo, de 5%, cualquier apuesta realizada a través de los sistemas digitales. Estas reformas no cambiaron.
En el dictamen, también se aceptaron propuestas de diputados del interior, como la creación de aduanas en Misiones, o la transferencia automática de los recursos del Fondo del Tabaco, como pedían las provincias de Jujuy, Corrientes y Misiones.
Otro reclamo que se incorporó fue el pedido del exgobernador de la Rioja Sergio Casas, que elevará a $ 12.400 millones las partidas por compensación de la coparticipación.
También se aceptó incorporar un compromiso de cancelar las deudas con La Pampa y Santa Fe para cumplir los fallos de la Corte Suprema de Justicia.
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