El gobierno de Entre Ríos declaró en estado de Emergencia y/o Desastre Agropecuaria desde el 1 de enero hasta el 31 de julio de 2022, a las explotaciones agrícolas de maíz y sorgo, ganaderas bovina, caprina y ovina, tamberas, hortícolas, pecaneras, citrícolas y forestales de toda la provincia. La medida se tomó teniendo en cuenta el evento climático de sequías agravado por las altas temperaturas.
“Cumplimos con el compromiso asumido ante el sector productivo de generar asistencia y herramientas que permitan recomponer el capital de trabajo a quienes sufrieron los efectos de estos eventos climáticos, y lo hacemos consensuando junto a las entidades agropecuarias los alcances de esta declaración de emergencia que será elevada en las próximas horas al gobierno nacional”, expresó el gobernador Gustavo Bordet.
El mandatario encabezó hace pocos días un encuentro de trabajo con representantes de la Mesa de Enlace, entidades gremiales, académicas y científicas para abordar la coyuntura del sector, con quienes acordó acciones de asistencia inmediata y políticas a largo plazo.
En ese marco, reveló que se trabaja en líneas de crédito para que los productores afectados por la sequía puedan recomponer el capital de trabajo de cara a la próxima siembra, y destacó que la provincia ha avanzado en la eliminación de impuestos distorsivos.
Además adelantó que gestionó ante el jefe de Gabinete, Juan Manzur, la liquidación de la devolución a los productores de los saldos técnicos de IVA provenientes de los derechos a las exportaciones.
“Sostener el sistema productivo es un objetivo que compartimos y sobre el cual trabajamos juntos. Nuestro gobierno siempre ha tenido esa vocación: sentarse en la mesa cada vez que se lo requiere, y construir políticas públicas que atiendan los problemas de mediano y largo plazo del sector”, explicó.
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