COLUMNA DE SALUD Y GÉNERO MENDOZA

Crean un equipo de desinfección que se activa a distancia

 

Un equipo de profesionales de la ingeniería, liderados por una egresada de la Universidad Nacional de Cuyo dedicó horas de estudio e investigación a la búsqueda de métodos alternativos de desinfección para poder lograr ambientes seguros.

Así lo relató a la periodista Ana María Vega, durante el programa Muchas Gracias, el ingeniero Leandro Dinnocenzo, quien integra este equipo liderado por la joven ingeniera Agustina Galiana.

Según explicó Dinnocenso lograron “desarrollar un método con tecnología ultravioleta que permite eliminar en un 99% el coronavirus del aire y superficies. Lo que hace es inactivar los microbios al producir una alteración de su estructura de ADN. Así puede eliminar diversos microorganismos, entre ellos el Sars CoV-2”.

Si bien es un sistema que ya se utiliza en algunos países, en comparación con otros procedimientos tradicionales desinfecta de manera más rápida, limpia, segura y económica. “Estos equipos de desinfección funcionan en otros lugares del mundo, en especial en centros sanitarios. Pero los diseños creados por LUXSA (la empresa conformada por los tres integrantes del equipo), contienen algunas particularidades e innovaciones que les permite aplicarlos a distintos espacios”, explicó Dinnocenso.

Actualmente tienen dos equipos. Uno móvil que en cuestión de minutos desinfecta superficies y puede ser trasladado a distintos espacios, como ascensores, oficinas, salas de espera, gimnasios, entre otros. Y otra versión que es fija y que tiene la particularidad de desinfectar superficies y aire. Esta unidad trabaja con tubos superiores e inferiores que se activan por separado en cada función.

Entre las innovaciones introducidas por los profesionales a los diseños locales, se pueden mencionar la posibilidad de comandar los dispositivos a través de celulares o computadoras; y la inclusión de sensores de movimiento, para que cuando haya personas en el lugar se apaguen automáticamente, y vuelvan a funcionar cuando detectan que se han retirado.

Según explicó Leandro Dinnocenzo “la radiación ultravioleta puede llegar a afectar la piel y ojos, por lo que la introducción de los sensores de movimiento hace más segura la aplicación de la tecnología. Además, aclaró que el equipo fijo, al ser instalado en la altura, permite que durante su función de desinfección del aire pueda haber personas trabajando en ese espacio. Esto resulta relevante en escenarios en los que no puede hacerse una ventilación constante”.

Finalmente, Dinnocenzo agregó que “la efectividad se mide a través de un radiómetro que llevamos al lugar para saber la dosis necesaria de UVC que debemos aplicar en cada espacio. Actualmente, además, estamos trabajando con el INTI para hacer los ensayos microbiológicos de los equipos”.