La docente entrerriana Mariela Leiva, del movimiento 'Paren de fumigar las escuelas' e integrante de la Asociación gremial provincial fue entrevistada en el programa Justicia en sintonía de Radio Nacional: “quiero hacer hincapié que todas las docentes están con este flagelo en las escuela rurales que ya no son las únicas fumigadas sino que hay que hablar de comunidades fumigadas. Los alimentos ya no son alimentos sino que solamente son una mercancía. El modelo agroindustrial, con la utilización de venenos, es tremendo pues estamos expuestos a las pulverizaciones, a las derivas de los productos utilizados. Hoy en día cada uno de los cultivos tienen uso de químicos, desde el momento de preparar el terreno para sembrar. En mi caso la escuela Nro 44 se llama República Argentina y está en una colonia belga-alemana en la comuna de Santa Anita. El terreno es pequeño de 44 por 44 metros y está rodeado de cultivo, entre el alumbrado y el campo estaba el tanque de agua que era usado por docentes y alumnos a una distancia de 40 metros del campo sembrado. Cuando hicimos la denuncia se intervino contra todos los responsables, pero después no se avanzó más, especialmente en las condenas porque volvieron a fumigar. Las amenazas y los amedrentamientos continuaron, y tampoco se realizó un seguimiento sanitario de las víctimas, de los niños, y el juez de menores alegó que no existían medios para analizar las muestras”, indicó.

Leiva contó: “fuimos cinco las familias involucradas y una de ellas fue testigo de los acusados, las demás fuimos testigos, no querellantes y tuvimos abogados que nos puso el sindicato de docentes. Actualmente se continúa dando clases en esa escuela, con las mismas condiciones que antes. Ya no soy docente allí y cuando me fui dejé pintado un mural que reflejaba el inmenso daño que producen las fumigaciones. Después, otra maestra lo borró y dibujaron dos niñitos recogiendo flores”, terminó.