Estas fueron las palabras que Juan Grabois dirigió a Gabriela Cerruti. Lo hizo como crítica a la negativa oficial a avanzar con esta medida después del cambio de autoridades en el Ministerio de Economía. La vocera presidencial fue protagonista circunstancial de esta escena. Pudo ser otro funcionario/a, y también otro el motivo de un señalamiento de este tipo por parte de un dirigente social referenciado en el Frente de Todos.
Las rutinas discursivas de la militancia kirchnerista considera a observaciones de esa naturaleza (con la dieta de tal diputado/a podríamos hacer tal cosa) como “antipolítica" o propio de la derecha. Grabois no es ni una cosa ni la otra, y su crítica a Cerruti puede ser punto de partida para una discusión pendiente: cuáles deben ser los criterios para determinar salarios y dietas de legisladores y funcionarios/as de un gobierno nacional-popular.
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