Los pequeños productores caprineros, ovineros de la provincia, se encuentran atravesados por una situación complicada, compleja que se manifiesta a partir del confinamiento social, preventivo y obligatorio, impuesto en todo el país por la pandemia del CODID-19, que como primer consecuencia ha cortado el circuito de comercialización de venta de chivos y corderos, también animales de refugo que es el mecanismo natural que se realiza desde siempre, al momento de hacer el viaje de trashumancia de regreso a la invernada, son los fondos con que los campesinos se preparan para enfrentar el otoño y el invierno, para proveerse de alimentos y forraje. A esta situación, hay que agregarle que la región hace frente al octavo año de sequía, que deja un marco de campos de pastoreo de invernada que no pueden recuperarse, aguadas y vertientes que se secan por momentos una situación desesperada de no tener agua para los animales.

Desde el Estado provincial reconocen un contexto complejo y complicado donde se buscan alternativas para poder disminuir los efectos adversos se están proponiendo acciones como hacer una compra de animales para colocarlos en otros mercados alternativos, entre otras acciones…Así lo informo, Amalia Sapag, subsecretaria de desarrollo productivo del gobierno provincial, al Regreso Informativo de la tarde