Durante su participación en el programa Muchas Gracias, dialogamos con Pablo Ferrari, presidente de la Fundación Salud Inclusiva que trabajó codo a codo con la Asamblea de Residentes, en la redacción del proyecto de Ley de Residencias de Equipos de Salud. “Ya con el cambio de nombre se está diciendo mucho porque la actual ley habla de residencias médicas y en el sistema de salud son muchas las disciplinas que tienen este espacio de formación: odontología, kinesiología, psicología, etcétera”, aclaró Ferrari.
El profesional explicó la forma en que las y los residentes se movilizaron a partir de situaciones críticas vividas durante la pandemia, en la conformación de la Asamblea para luchar por sus derechos.
Así es como Ferrari relató el proceso que desembocó en que se presentara ayer en la legislatura el proyecto de ley construido desde la perspectiva de quienes viven cotidianamente en su formación especializada.
“Desde el año pasado hicimos un trabajo de investigación sobre violencia de género en las residencias médicas y luego nos hicimos eco de los reclamos y un petitorio que presentaron en la legislatura. Luego les acompañamos con esas modificaciones y la asamblea estableció una estrategia de la cual fuimos muy respetuosos. Lo que hicimos fue ponernos a su disposición para seguir acompañando y trabajando para que este proyecto sea próximamente ley y permita modificar la situación de vulnerabilidad que viven”.
Entre otros puntos, Ferrari comentó que el proyecto de ley dispone los horarios en los que se deben hacer las prácticas y que no supere una cierta cantidad de horas. “Lo interesante es que hay culturas institucionales y la residencia es un lugar desde el cual se puede revertir esta cultura. Por ejemplo, que las guardias no superen las 12 horas, lo cual permite que el profesional esté más lúcido”.