Ana Julia Pereira, es bióloga de Neuquén, científica del Conicet y apasonada por las moscas. Hoy descubre crímenes a través de las moscas, de los escarabajos y de la fauna cadavérica.
En diálogo con Adrián Noriega cuenta cómo nació su pasión por esta actividad, algunos detalles de sus estudios y curiosidedes de su trabajo.
"Las moscas son las primeras que detectan un cadaver y una vez que las hembras llegan ponen huevos en determinados lugares de ese cadáver y cuando ese cuerpo es hallado se levantan esas pistas que se llaman indicios entomológicos, que nos ayudan a conocer el momento de la muerte".
"A partir de la información que obtenemos de esos estudios podremos saber si el cuerpo fue trasladado, si la muerte ocurrió ahí o en otro lugar, si el cuerpo estuvo al aire libre o si estuvo oculto o cubierto, y otros datos".
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