Nosotros no somos los únicos afectados por los excesos navideños: las urgencias de las clínicas veterinarias se ven estos días más reclamadas de lo normal por casos de indigestiones, gastroenteritis e incluso intoxicaciones alimentarias. La estricta dieta del resto del año se ve relegada por los caprichos o pequeños consentimientos, que para usted pueden parecer un gesto de cariño hacia su mascota pero para ellos puede llegar a ser mortal. A esto se le suman los accidentes: la casa se llena de invitados y su mascota disfruta de la distracción general para picotear entre lo que le queda al alcance del morro.
"Los tóxicos estrellas en Navidad son el chocolate, el tabaco y la marihuana", dice el doctor Ángel Curros, del centro veterinario Advetia, en París. "Normamente el propietario se olvida el cannabis al lado de cualquier cosa y el perro como huele y le llama la atención pues se lo come. Hay otra intoxicación muy típica navideña que son las flores de Pascua,así como otras plantas como la flor de lis o los ficus".
El caso del chocolate es especialmente dañino para "el mejor amigo del hombre", cuyo sistema no es capaz de asimilar la teobromina, una sustancia presente en las fibras del cacao. Según los datos recuperados en 229 centros veterinarios británicos entre 2012 y 2017, el riesgo de envenenamiento por chocolate es hasta cuatro veces más alto en período navideño y dos veces más elevado durante las Pascuas. Produce vómitos, diarreas, palpitaciones y puede causar hasta hemorragias internas y ataques cardíacos.
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