La vicedirectora del Instituto de Nanociencia y nanotecnología, Laura Steren, contó sobre el organismo que tiene doble dependencia, de CNEA y CONICET y que cuenta con dos polos, uno en Bariloche y otro en Buenos Aires. El INN trabaja en proyectos de desarrollo enfocados en salud, energía, tecnología, productos y otros. El organismo cuenta con salas limpias, que suponen aire filtrado donde se pueden fabricar dispositivos como chips. Con la manipulación de átomos pueden crear materiales de manera artificial como capas delgadas de cobalto que se utilizan en discos rígidos magnéticos.

Actualmente son 220 profesionales de biología, bioquímica, física, ingeniería que realizan trabajo interdisciplinario. Los objetivos del INN son promover la investigación y el desarrollo tecnológico de materiales y dispositivos a escala nanométrica; impulsar colaboraciones interdisciplinarias en investigación básica y aplicada; formar estudiantes de grado y de posgrado; entrenar profesionales, e interactuar con la industria e instituciones de ciencia y técnica.