La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner propuso formas de discusión política que supongan dejar atrás el recurso de la frase corta y efectista formateada por el marketing y el coaching. Lo hizo en el acto realizado en la localidad de Escobar para la presentación de candidatos y candidatas del Frente de Todos.

Su invitación a una discusión política basada en la argumentación racional es también una ruptura con una manifestación cultural del neoliberalismo, que podríamos llamar “censura retórica”: aquello que transgreda “el saltito y la carita” como discurso, no puede ser dicho. La apelación a la razón, tampoco.

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