En medio del aislamiento, y en un proceso de crecimiento y reencuentro personalísimo con su propia esencia artística, Guillermo Beresñak lanzo en el mes de agosto su nuevo disco llamado A la sombre del árbol azul.
Ocho canciones que se pasean por un universo marcado por el aire folclórico y el contacto con la naturaleza que habita en su propio hogar. Un disco de aislamiento grabado en la previa a los tiempos del aislamiento.
“Yo me encontré desde chico con el folklore, pero era la música que escuchaban mis padres. Por mi casa estaban dando vueltas las canciones de Atahualpa, Mercedes Sosa y eso me gustaba. De más grande, cuando empecé a trabajar con mi amigo Juanito el Cantor, grabamos un grupo del conservatorio de Morón que era muy bueno, que se llamaba La Cooperadora; y en ese momento creo que fue la primera vez que me emocioné escuchando clásicos del folklore”, dijo Beresñak conversando con Radio Nacional Córdoba.
Reconociendo una serie de encuentros artísticos que, a lo largo del país le permitieron ir conociendo nuevas experiencias y reconociéndose en nuevos horizontes estéticos, Guillermo reconoce que “cada vez que Mercedes Sosa abre la boca”, se le “eriza piel de la emoción”. “Creo que por todas esas cosas que me pasan, que también tiene que ver con lo personal es que se me ocurrió que podía empezar a trabajar sobre esas músicas para ver si puedo aportar algo”, aseguró el músico y productor en diálogo con César Pucheta en la siesta de la Radio Pública de Córdoba.
El disco, además, cuenta con la participación de Lalo Mir, Santiago Vázquez y el cordobés Tomás Ferrero. Sobre la elección de los invitados, la vida en medio de la pandemia, los miedos, la vida, la relación con su propia casa, su trabajo como productor y las razones que empujaron al nacimiento de A la sombra del árbol azul, habló Guillermo Beresñak en esta entrevista en el programa Esto es un Montón.
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