EDITORIAL ENTRE RÍOS

Breve balance y gracias

Último día del año, momento de un breve balance. En el plano nacional, la larga cabalgata de las elecciones dejó el panorama político en estado de no poca incertidumbre, gracias a una remontada oficial final en Provincia de Buenos Aires, que le permitió al Gobierno evitar lo que parecía una atropellada cuasi desestabilizadora que incluía, por ejemplo, arrebatarle la presidencia de la Cámara de Diputados, para empezar. El día después de las generales dejó un inmediato uno a uno parlamentario: en el transcurso de una semana, el oficialismo pasó de no lograr que le aprueben el presupuesto a dar vuelta una sesión especial pedida por la oposición, modificar y aprobar a su conveniencia el proyecto de Bienes Personales. Casi en seguida logró lo que llamó un “consenso fiscal” con 23 provincias, como señal para la complicada negociación por un acuerdo con el Fondo Monetario, que ha motivado más de una divergencia hacia el interior de la coalición gobernante y que, una vez más, estaría por firmarse en cualquier momento. No viene mal recordar que se trata de 45 mil millones dólares de un crédito tomado por el gobierno de Macri y de los que toda la explicación que parece haber es que “se fugaron”. Así nomás, como si fuese un preso que se escapó de la cárcel y del que nadie sabe nada. Vale la aclaración, digo, porque según varios sondeos, buena parte de la población cree que a ese endeudamiento lo contrajo el gobierno actual. Tal es el eficiente trabajo que realizan grandes medios de incomunicación argentinos. Tanto como que, ayer nomás (y no es el título de una canción, fue ayer miércoles), el propio Macri pudiera afirmar que el gobierno de Alberto Fernández “ha tomado un nivel de deuda que Argentina no había tomado nunca en su historia”. El reino del cualquier cosa, sin cortes ni repreguntas del periodismo independiente.

El año finaliza además con una bomba mediática y política motivada por la aparición de un video en el que un ex funcionario de María Eugenia Vidal explica a empresarios, con la presencia de agentes de inteligencia y del intendente de La Plata, cómo van a perseguir y encarcelar a gremialistas, con la complicidad de buena parte de la Justicia. Como dijo el ex juez Carlos Rozanski ayer en esta radio, el solo hecho de la reunión configura el delito de asociación ilícita. Según el artículo 210 del Código Penal, se trata de los llamados delitos de peligro, es decir que no necesita resultados para merecer la pena. Dos o más personas se asociaron para delinquir. No hay mucho para discutir. Están hasta las manos: los presentes y sus jefes políticos.

El gobierno puede sí exhibir buenos resultados en casi todos los rubros de la economía, que están experimentando una reactivación extraordinaria, llevando los índices de actividad a niveles anteriores a la pandemia. Esta situación abre una esperanza para el gobierno mirando al 2023 y una preocupación para cierta oposición, que no es toda, que juega sus fichas a que cuanto peor mejor, para mejorar sus chances electorales. La cuenta pendiente de la economía puede resumirse en una frase pronunciada el 9 de septiembre pasado, antes de las primarias, pareciera casi que en otro país: “Que el crecimiento no se lo queden cuatro vivos”. No se estaría logrando. Por ahora se lo siguen llevando cuatro vivos, los mismos de siempre. Pese a los acuerdos y resoluciones sobre precios, a la reapertura de paritarias, los nuevos índices de aumento a jubilados. Los salarios no suben, o la inflación no baja. Como el huevo y la gallina.

Otro de los activos del gobierno, que no pudo capitalizar electoralmente, fue la extraordinaria, inédita y gigantesca campaña de vacunación contra el coronavirus. Una verdadera epopeya, de funcionarios y trabajadores de salud en todo el país, que pareciéramos a esta altura haber naturalizado, como si fuera algo de todos los días. Pero es importante, me parece, recordar que no hace tanto estábamos sumidos en la incertidumbre no sólo de enfrentar un virus desconocido contra el cual no había vacunas, sino también los tremendos problemas que significaba conseguir las pocas que había y a la vez contrarrestar campañas políticas y mediáticas tan canallas como llegar a denunciar al presidente por envenenamiento. Sucedió. Eso y mucho más. Aunque por obra y gracia de un vértigo deliberadamente desinformativo hoy casi nadie lo recuerde.

Se viene, al parecer, un nuevo desafío en el marco de esta pandemia que no termina de superarse. Estamos nuevamente en altos niveles de contagio, aunque ahora con la capital diferencia de que, pese a todo, la mayoría de la población ha optado por vacunarse. Y las vacunas estuvieron, están y seguirá estando. Que no es un dato menor.

En lo que respecta a este programa, No tan temprano, ha sido un privilegio tener la oportunidad de compartir las mañanas con ustedes, oyentes. No fue todo el año en mi caso, pero desde agosto. Esperamos seguir el año que viene, así lo ha dispuesto la dirección de la emisora, veremos con qué continuidades y con qué cambios. Pero siempre con el compromiso de la honestidad intelectual, de la escucha permanente y de acompañarnos y compartir un poco la vida con todos ustedes, nada menos. Gracias por estar ahí.

Editorial de José Luis Ferrando, licenciado en Comunicación Social, periodista de LT14 Radio Nacional Paraná.