En la Quebrada de Miriguaca, Antofagasta de la Sierra, un equipo de arqueólogos encontraron una represa milenaria. Lorena Grana, una de las participantes del proyecto, contó que se trata de una estructura que en el pasado permitía acumular agua para poder extenderse con el riego.

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La zona se la considera como un desierto de altura, por ende, el manejo de este recurso es muy importante. “Posiblemente su uso fue en el 1000 o en el 1100 d. C”, contó.

“Sirve para conocer cómo la gente manejaba el agua; nos permite cambiar las concepciones actuales sobre los ambientes. Es entender que con tecnologías muy sencillas se puede hacer un desarrollo agrícola”, agregó la especialista en Radio País.