El director argentino Adolfo Aristarain recibió la Medalla de Oro de la Academia de Cine de España a su trayectoria, en una ceremonia conducida por Leonardo Sbaraglia que se celebró anoche en el Museo de Arte Latinoamericano (Malba) del barrio porteño de Recoleta.

Aristarain recibió emocionado la distinción y señaló que la medalla del cine español. “Tiene mucho que ver con la amistad y con mi manera de ser, creo que es mucho más personal que un premio a las películas”, dijo el aclamado director, según consignó en un comunicado de prensa la academia española.

Creador clave para las filmografías argentina y española de las últimas décadas, Aristarain es el autor de películas inolvidables como “Tiempo de revancha”, “Un lugar en el mundo” -Premio Goya a Mejor Película Iberoamericana–, “La ley de la frontera”, “Martín (Hache)”, “Lugares comunes” -Goya a Mejor Guion Adaptado- y “Roma”, su último opus.

Acompañado por su esposa y guionista de sus obras, Kathy Saavedra, y por su hijo Bruno, el veterano realizador aseguró que “el cine es un oficio despiadadamente traidor para quien lo ejerce" y que "aunque uno intente esconder lo que uno es, tarde o temprano el director desnuda su alma sin quererlo en primer plano".

"Por el cine que uno hace es lo que uno es”, aseveró Aristarain. Por su parte, el presidente de la Academia de Cine de España, Fernando Méndez Leite, destacó al entregarle la medalla que "hoy honramos a un hombre que muestra lo que debe ser mostrado, que no engaña al espectador y que otorga a sus personajes las palabras justas”.

"Te abrazamos desde ambos lados del Atlántico y te damos las gracias por tu cine, tu lucidez y por inspirar la trayectoria de tantos cineastas para los que eres un referente, un hombre libre, un hombre que hace lo que quiere”, agregó Méndez Leite.

A propósito del oficio como contador de historias, Aristarain recordó al mítico director estadounidense John Ford, que sostenía que las historias se cuentan con la cara de los actores: “No hay regla que a uno le indique cuál es la toma buena, uno la elige porque siente que en ese momento apareció la verdad. Ese sentimiento preciso en ese rostro es algo que solo ve el director, es su visión y está determinada por lo que ha sido su vida, por lo que es él como ser humano. Su moral, su ética. Por su bondad o su honestidad, por su maldad o su hipocresía”.

Y concluyó: “Cada elección formal o argumental en una película refleja sin piedad lo que es el director como persona”.

Cecilia Roth, protagonista de “Un lugar en el mundo”, uno de los filmes más recordados del director argentino, y también protagonista de la serie “Pepe Carvalho”, reconoció que "siempre" la "emociona" hablar sobre Aristarain.

"Es un grande, es mi maestro en el cine”, señaló la actriz, que le agradeció la “coherencia, generosidad, conciencia de lucha” y el haber sido "siempre fiel" a sí mismo. "Soy tu fan”, le dijo.

La ceremonia en el Malba contó con presencia de Julieta Cardinali, Peter Lanzani, Marcelo Piñeyro, Diego Lerman y Diego Sabanés; el presidente de la Academia de Cine Argentino, Hernán Findling; y Luis Tejada Chacón, ministro Consejero de la embajada de España en la Argentina, entre otros invitados destacados.

Como parte del homenaje se proyectó un video con una selección de imágenes de las películas de Aristarain, junto con testimonios de actores como Eusebio Poncela, Juan Diego Botto y José Sacristán, el director de fotografía José Luis Alcaine y el director y productor Gerardo Herrero.

También manifestaron su admiración y cariño por el director porteño Darío Grandinetti, Miguel Ángel Sola, Alberto Ammann, Aitana Sánchez Gijón y Mercedes Sampietro, entre otros.