Por Daniel Corujo, desde San Juan - @tenisports
El equipo argentino de Copa Davis tomó una ventaja determinante de 2 a 0 ante Colombia en el Repechaje para el Grupo Mundial del 2019 que se disputa en el estadio “Aldo Cantoni” de San Juan.
Diego Schwartzman, jugando por momentos muy bien, derrotó al experimentado Santiago Giraldo por 6-3, 6-1, 6-7 y 6-1. Mientras que Guido Pella laburó bastante y sufrió mucho mas de lo esperado para derrotar al ascendente visitante, Daniel Galán por 3-6, 6-4, 4-6, 6-3 y 6-2.
Mañana, desde las 12, se jugará el tercer punto de la serie. El de dobles. Por Argentina, Horacio Zeballos (31 en el ranking mundial de la especialidad) y Máximo González (41) enfrentarán a los colombianos Alejandro Gómez (316) y Christian Rodríguez (411).
En el primer partido de la tarde, Schwartzman y Giraldo (a puro derechazos y lances) protagonizaron seis games entretenidos. Una vez que ajustó tiros de ataques y devoluciones el argentino, el partido se destrabó en favor del 14 del mundo.
Así el “Peque llegó a los 80 minutos de juego con una luz importante en el marcador: 6-3, 6-1, 4-1...
Después de aquella ventaja todo lo bueno y lo malo del partido pasó por Schwartzman.
Empezaron los errores no forzados del argentino, un par de malos games con el servicio y derechas demasiado largas y el 4-1 se convirtió en 4-5.
Tuvo dos match points. “Me equivoqué”, dijo después Schwartzman. Cedió el tie break con dudas y fuimos al cuarto. Alli Schwartzman “se despertó”. Sacó ventajas rápidas y luego no tuvo inconvenientes para cerrar el 1 a 0.
El segundo encuentro fue un dolor de cabeza para el bahiense Pella. Se encontró con un jugador como Daniel Galán que lo sorprendió. Pero fundamentalmente, el argentino no estuvo fino en el partido. Lo luchó, no lo jugó.
Galán tiene un tenis moderno, rectilíneo, rasante, de drive la prende fuego, similar (por generar una comparación) al ex Top-100 argentino Sergio Roitman. Buen revés a dos manos y cuando tuvo que recurrir al slice lo hizo con solvencia. Tiene un saque muy potente aunque con poca sorpresa, no lo varia.
Le jugó en contra (por suerte para Pella) la falta de consistencia para sostener un nivel alto durante un periodo de tiempo prolongado, el físico y una dolencia que le impidió jugar con el revés.
El partido fue un electrocardiograma. Con altas y bajas de ambos jugadores. Irregular. Por momentos aburrido. Con muchos errores. Y ganó, justamente, el que menos se equivocó.
Ese fue Pella, después de desperdiciar ventajas importantes en el tercer set (ganaba 4-1, perdió 6-4). Recién en el quinto, con un Galán al que no le respondían las piernas, pudo sacar una ventaja determinante y cerrar el match.
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