Luego de que la Corte Suprema aceptara el per saltum presentado por los jueces Germán Castelli, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi, y les otorgará licencia extraordinaria por 30 días a los dos últimos mencionados, la jueza de la Cámara Federal de Casación Penal, Ana María Figueroa, analizó las presiones mediáticas y opositoras sobre la Justicia que se observaron en las últimas semanas.

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Ana María Figueroa

"Hay un planteo violento de la sociedad, en donde al que no le gusta lo que resuelve otro, se ve con derecho a patear el tablero y hace berrinche, marchas o lo que fuera para expresar su disconformidad", sostuvo la magistrada.

Y continuó, en declaraciones a Radio Nacional: "Cuando no les gusta la libertad, aunque sea condicional, o no les gusta que a alguien lo manden domiciliaria, o no les gusta lo que ha resuelto un tribunal, se creen con derecho a decir 'no, no lo voy a cumplir', y lo hacen mediante protestas, marchas, sin tener idea de la materia que se está discutiendo".

El martes, la Corte Suprema de Justicia declaró "admisible" el recurso de "per saltum" planteado por los jueces federales Bertuzzi, Bruglia y Castelli, decisión que suspendió sus traslados hasta tanto el máximo tribunal se pronuncie sobre el procedimiento por el cual los magistrados debían regresar a sus juzgados de origen.

"Si admitimos que se puedan cubrir los cargos de esa manera discrecional, estaríamos, en la práctica, volviendo al sistema previo a la Constitución de 1994", explicó.

En tanto, Figueroa recordó las presiones mediáticas que sufrió durante los últimos cuatro años en los que gobernó el ex presidente Mauricio Macri, pero señaló que esto "es algo que va con el cargo" y que resistirlas es algo que "hace a la idoneidad y entereza" de cada uno de los magistrados.