En "Verano Nacional" hablamos con Mariana Nolte, jefa del Subprograma Prevención y Promoción de la Salud.

Desde el Ministerio de Salud se brindan medidas importantes para tener en cuenta en cuanto a prevención de enfermedades y el cuidado de la salud.

Durante el verano, con las altas temperaturas, aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y algunas enfermedades. Especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, son más propensos a sufrir cuadros como intoxicaciones, diarreas y el SUH (Síndrome urémico hemolítico).

• Diarrea estival: a los 2 meses de vida vacuna a tu hijo/a contra el Rotavirus, es gratis; lava bien frutas y verduras; si tu bebé es menor de 6 meses hidrátalo/a con leche materna exclusivamente; lávate las manos con agua y jabón.

• Síndrome Urémico Hemolítico: a la carne cruda, no la pongas en contacto con otros alimentos; consumir carnes bien cocidas; conservar los alimentos en la heladera a temperatura segura; lávate las manos con agua y jabón; frutas y verduras crudas deben lavarse cuidadosamente (lechuga, repollo, etc.); no se recomienda el consumo de carne molida en menores de 5 años.

• Lavado de manos: después de ir al baño o cambiar pañales; luego de tocar dinero, llaves, etc.; después de manipular alimentos crudos; antes de comer, amamantar o cocinar; después de tocar a un animal; al volver a casa higieniza tus manos.

• Exposición solar: evita tomar sol en las horas de más calor (de 10:00 a 16:00), incluso en días nublados, utiliza gorra, sombrero, lentes de sol y protector solar factor 50 o más, menores de 6 meses no deben exponerse al sol; beber agua frecuentemente para evitar la deshidratación. Lactantes menores de 6 meses deben ser hidratados/as exclusivamente con leche humana y con mayor frecuencia.

La exposición excesiva al sol puede producir envejecimiento de la piel, cataratas y cáncer de piel.

Si vas a realizar actividad física, hacerlo en las horas de menos calor, usa ropa holgada, liviana, de colores claros. Cubrirse la cabeza con un gorro o un pañuelo. Llevar siempre una botella de agua para mantenerte hidratado. No esperes a tener sed. Toma abundante agua antes, durante y después del ejercicio.

Hay grupos que potencialmente pueden resultar más afectados: las mujeres embarazadas; los bebés y niños pequeños; las personas mayores de 65 años; y quienes padecen enfermedades crónicas como, por ejemplo, afecciones respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes.

Nota y fotos: Prensa Ministerio de Salud.