Luego de que se confirmaran las primeras víctimas mortales por sarampión y dengue, la directora de Epidemiología de la provincia de Buenos Aires, Teresa Varela, dialogó con la Radio Pública sobre el estado de situación del virus en la Ciudad y algunos municipios del Conurbano.

La médica epidemióloga explicó que ambas enfermedades se tratan de patologías ambulatorias y que se resuelven en una consulta de primer nivel de atención, pero remarcó que es importante estar atento a los primeros "signos de alarma" que pueden indicar una complicación del cuadro.

Varela dijo que la alerta por el sarampión es "alta" porque estamos en "brote" en la provincia. "En este brote, los más vulnerables son las personas inmunosuprimidas, las embarazadas y los menores de seis meses, que son personas que no pueden acceder a la vacunación porque está contraindicada en ellas".

De esta manera, la única protección que pueden tener es que el resto de las personas cuenten con la doble dosis de vacunación. "El resto de la población tiene que controlar su carnet de vacunación porque se busca cortar la circulación", señaló.

De este modo, todas las personas, de uno a 54 años, deben tener al menos dos dosis de vacuna triple viral. En caso de no recordarlo, se recomienda volver a vacunarse.

Los síntomas del sarampión son tos seca, resfrío, dolor de garganta, ojos inflamados y manchas blancas.

"En el caso del dengue, es cuando hay vómitos, dolor abdominal, descenso de las plaquetas, que comienza, generalmente, cuando baja fiebre. Al contrario de lo que uno imagina, cuando evoluciona a una forma grave, cuando baja la fiebre uno se pone peor", indicó.