La Argentina trabaja contrarreloj para no caer en default. En plena negociación, los acreedores comienzan a ceder en sus pretensiones y las posiciones se van acercando.
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"En este momento, donde cunde la peste en el mundo, necesitan cubrirse aceptando una quita razonable. De hecho, se piensa que ya se está discutiendo en términos de 'dame tanto; no, ésto'. Es como un partido de ajedrez: ellos juegan con nuestra voluntad de solucionar, reducir y disolver el problema de la deuda, y nosotros con 'miren que no sabemos qué va a pasar mañana'", explicó Eric Calcagno, autor del libro "La deuda externa explicada a todos".
El ex senador dijo que, en medio de una recesión que "pinta más fea" que la de 1929, hay buenas perspectivas para que la negociación llegue a buen puerto, ya que a ninguna de las partes le conviene que el país entre en cesación de pagos.
"No estamos hablando con gente que hace filantropía; no les interesa, pero es con lo que tenemos que negociar. Por lo tanto, tener a los economistas de prestigio de nuestro lado, tener a presidentes, tener a gobernantes, es jugar con la hinchada a favor, que no es poco en este tipo de partidos", señaló el analista.
Y, continuando con la jerga futbolística, afirmó que "el primer gran logro" del Gobierno "es que el Fondo Monetario Internacional hincha por nosotros", principalmente para "lavar sus pecados" por el préstamo de 56.300 millones de dólares que le otorgó a la gestión del ex presidente Mauricio Macri.
"La primer victoria estratégica, fundamental de la Argentina, ha sido dividir al FMI, que siempre actuó como vocero de los acreedores, y que esta vez dijo 'la deuda argentina es insostenible, van a tener que arreglar, van a tener que recibir pérdidas'", indicó.
Etiquetas: deuda externa, economía, Eric Calcagno, Martín Guzmán, Reestructuración de la deuda