Lo hicieron desde el Comité de Estudios Permanentes del Adolescente, perteneciente a la Sociedad Argentina de Pediatría. Durante su columna en el programa Muchas Gracias, Ana María Vega entrevistó a Fabio Bastide, pediatra, especialista en Adolescencia e integrante del mencionado comité.

Según el profesional, “el aislamiento social vivido en el año 2020 y en lo que va del actual como consecuencia de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2, impactó fuertemente en la población general pero particularmente entre los jóvenes y adolescentes: la pérdida de contacto con los grupos de pares y la falta de una red social de contención, produjo en esta población un claro recrudecimiento de los trastornos de la conducta alimentaria”.

“El incremento de la imposición de patrones de belleza que se muestran en las redes sociales y con los que han estado en contacto niñas, niños y adolescentes” tienen una importante influencia, dijo Bastide.

“Lo hemos visto en encuestas y en consultorios porque por la misma pandemia los pacientes no han podido acceder de la misma manera que antes. Lo que se ha visto es que la imagen corporal se ha visto más afectada en la pandemia”, afirmó el especialista.

“Se ve que estas situaciones afectan más a las mujeres por los estereotipos de belleza en una relación de 3 a 1, aunque los varones en los últimos años también se han sumado, aseguró el pediatra.

El doctor Bastide detalló algunas de las medidas a tener en cuenta para consultar a tiempo. Entre otros signos que permitirían sospechar un potencial cuadro de anorexia el doctor Bastide destacó “no compartir las comidas principales o comer a escondidas, el uso constante de snacks o golosinas, la rigidez en las elecciones alimentarias, la alteración en el tiempo (muy lento o muy rápido), y la presencia de rasgos particulares a la hora de comer como desmenuzar, masticar por períodos prolongados, escupir o esconder la comida, son todas características comunes en las presentaciones de la anorexia”.

Finalmente, el profesional de las SAP afirmó que “identificarlas brinda una oportunidad para que los familiares y grupos de pares se acerquen al equipo de salud, habilitando así el inicio de un abordaje terapéutico adecuado”. Y en este sentido explicó la importancia de que “haya un abordaje integral porque no depende de una sola especialidad”.