En este nuevo aniversario del hundimiento del submarino, el abogado querellante de familiares de víctimas reflexionó sobre esta fecha y recordó a su hijo Alejandro, uno de los 44 tripulantes fallecidos. Sin embargo, cuestionó la falta de justicia hasta el momento y el estancamiento de la investigación judicial.

Luis Tagliapietra agradeció “la memoria y el acompañamiento” y recordó “la lucha contra la corriente” que significó por aquellos años la búsqueda del submarino que se concretó un año y dos días después, el 17 de noviembre de 2018.

Dio cuenta del proceso judicial, calificó de “lamentable” la desidia demostrada y criticó la “postura dilatoria” del Consejo de la Magistratura.

“Se llenaban la boca hablando de la verdad pero, a seis años, estamos tan lejos de la verdad”, reflexionó sobre los entonces responsables del gobierno a la cabeza de Mauricio Macri y Oscar Aguad, y aclaró que “sólo están imputados miembros de la Armada”.

Cuestionó, a su vez, el espionaje realizado por “al menos un año” a familiares de los submarinistas y dispuesto por el expresidente: “hubo seguimientos personales, nos fotografiaron y filmaron”, recordó.

De todo modos, renovó la confianza en la justicia y concluyó: “Seguiremos luchando por esta verdad que nos es tan esquiva”.

El ARA San Juan, un submarino clase TR-1700, de 66 metros de largo y 3,6 de ancho, perdió contacto con la Armada a las 7.19 del miércoles 15 de noviembre de 2017.

Ocho horas antes el jefe de operaciones del submarino había notificado sobre un principio de incendio en el tanque de baterías número 3, provocado presuntamente por el ingreso de agua por el sistema de ventilación, que fue lo que terminó provocando su hundimiento.

Los restos del submarino fueron encontrados en la madrugada del 17 de noviembre de 2018, a la altura del Golfo de San Jorge, sobre el lecho marino a unos 900 metros de profundidad en el Atlántico Sur, un año y dos días después de su desaparición.

Fueron localizados por la empresa privada Ocean Infinity frente a las costas de la provincia de Santa Cruz, muy cerca del punto de último contacto.

Al momento de su desaparición, el buque con 44 tripulantes a bordo navegaba en medio de un fuerte temporal, mientras patrullaba la zona para tratar de identificar buques que pescaran ilegalmente dentro del espacio marítimo argentino.

Dos años más tarde del hallazgo se conoció que el gobierno de Mauricio Macri ocultó a los familiares y a la opinión pública que habían ubicado al submarino el 5 de diciembre de 2017.

Este dato fue revelado por uno de los oficiales de la Armada procesado en la causa, Enrique López Mazzeo, al declarar ante la justicia federal de Caleta Olivia.

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