POR DANIEL CORUJO

Aclaremos esto de antes que nada, el bahiense Guido Pella siempre fue un muy buen jugador. Pero en el tenis, como en todos los deportes, la cabeza “juega”. Tal vez más que en otras disciplinas deportivas.
Pella, hoy top-30 de ATP, está pasando por el mejor momento de su carrera, y sin dudas, haber ganado a principios de marzo su primer ATP, en San Pablo, le “desbloqueó” la cabeza.
Varias veces me ha escuchado decir a Pella en conferencia de prensa que estaba “podrido” de perder partidos casi ganados.
Ahora su pensamiento es otro. “Es una buena oportunidad para mi, pero tengo que ganar en los ATP500 y los M1000. Tengo más experiencia que en 2016”.
Más allá de como termine esta semana en Barcelona (en los últimos dos torneos venció a tres Top-20), Pella se convirtió en “otro” jugador. Y el amor tiene que ver...
Hace un tiempo que el tenista está de novio con la modelo Stephanie Demner, y semanas atrás, en el podcast de tenis “Tres Iguales”, Guido señaló...
“Desde que estoy con ella me aportó una tranquilidad que no sabia que existía estando al lado de una mujer, tiene la suerte de acompañarme y suma mucho en una relación. No hay reclamos si viajo solo”.
Cambio de entrenador (José Acasuso por Gustavo Marcaccio “no tuvimos la suerte de ganar ninguna de las 3 finales de ATP que jugamos”), la madurez dentro y fuera de la cancha. Y sacarse el arma de ganar un torneo convirtió a Pella en “otro” jugador.