1695: En Londres, muere Henry Purcell, para muchos, el más admirable y fantástico compositor inglés de todos los tiempos.
1710: En Roma, muere Bernardo Pasquini, en su tiempo, un afamado compositor de óperas y de música sacra y hoy, valorado, por su originalísima música para teclado.
1831: En París, Giacomo Meyerbeer estrena Roberto el diablo y se consagra como el mayor operista de la escena francesa.
1852: En Villarreal, Castellón, nace Francisco Tárrega, el reconocido guitarrista y compositor español.
1901: Sin demasiados puntos de contacto con las que habrían de ser sus grandes óperas, en Dresde, Richard Strauss estrena Feuersnot.
1937: Después de haber sufrido violentas críticas y persecuciones por parte del comisariado soviético, Shostakovich cambia el rumbo de sus composiciones y estrena, en San Petersburgo, su colosal y admirable Sinfonía Nº5, op.47.
1938: En Nueva York, fallece Leopold Godowsky, un extraordinario pianista polaco a quien llamaban “el pianista de los pianistas”.
1974: En Holanda, país en el que residía desde hacía varias décadas, muere Frank Martin, el más célebre de los compositores nacidos en Suiza, muy cercano al neoclasicismo francés.