Como estaba previsto, a las 10 de la mañana se abrió la última jornada de debate, en el juicio en el que se determinará cuál fue la responsabilidad de Julieta Silva en la muerte de Genaro Fortunato.

Tranquila, aunque notablemente emocionada, la señora Graciela Linares, quien se encontraba acompañada por su esposo y otros familiares cercanos dijo que  “a mi hijo no me lo devuelve nadie, he tenido que escuchar barbaridades acerca de Genaro y hasta una manipulación si se quiere morbosa, en pos de una defensa. Tiene el derecho a defensa, no lo voy a discutir, pero no a través de una manipulación morbosa respecto de mi hijo, porque resulta que ahora lo único que falta es que Genaro, poco menos se quiso suicidar, porque estaba es una crisis. Todos sabemos que no es así. Entonces, Julieta le pido a Dios, porque  no hay rencor, ni venganza, que le de paz a tu alma. En serio, porque destrozaste a esta familia y la tuya también. La tuya tampoco tiene la culpa”.

Luego de ello y ante el incesante llanto de Silva, su defensor pidió un cuarto intermedio de 5 minutos.

Al regresar los jueces a la sala, el presidente del tribunal Rodolfo Luque consultó a Silva si quería agregar algo a lo dicho. Ante su negativa dio por cerrada la etapa de debate, para pasar a deliberar e informó que la lectura de la sentencia se hará a las 14, 30 hs.