El partido de éste martes, por los octavos de final del Master 1000 de Miami, será para Juan Martín Del Potro un desafío importante. No tanto por el rival en si, sino para ponerse -más allá del cansancio ante la seguidilla de encuentros- la pilcha de candidato en un torneo estadounidense que ha quedado muy abierto.
Su rival será el serbio Krajinovic, un jugador totalmente diferente al que superó el domingo (6-2 y 6-2 Nishikori). El europeo propondrá un encuentro de puntos cortos. Explosivo. Donde su servicio será vital.
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