De acuerdo a la estadística, en Mendoza existen 7.442 hectáreas de durazno que producen entre 150.000 y 180.000 toneladas, elaboración que cubre la demanda interna y genera un saldo exportable que tiene como destino principal el Mercosur.
Desde hace un tiempo (interminable para nuestros productores) los duraznos de origen griego (fuertemente subsidiados) perjudican el fruto de su trabajo por lo que, la Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim) logró que hasta 2023 el Consejo del Mercado Común del Mercosur imponga un Arancel Externo Común del 35%.
La medida frenó un poco la invasión. Solo un poco porque, a pesar de no ser productor, Paraguay siguió importando con una tasa del 14% lo que generó triangulación de durazno y otros productos. Es decir; importó duraznos en conservas que luego vendió a los países de la región sin abonar los impuestos correspondientes. Ante esto, la Cafim entró nuevamente en escena: tras probar esa triangulación de duraznos en lata provenientes de Grecia vía Paraguay, a través del parlamentario mendocino del Mercosur Gabriel Fidel, logró que mayoritariamente el Parlamento del Mercosur aprobara en las últimas horas un proyecto que protege la fruta industrializada mendocina y también la de Río Grande Do Sul.
El próximo paso, será solicitar al Consejo del Mercado Común, órgano ejecutivo del Mercosur, que Paraguay tenga el mismo arancel que el resto de los países para garantizar, de una vez por todas, una competencia legítima.
El proyecto aprobado, además de pedir al Consejo la rectificación de la situación (no sólo para proteger a los productores mendocinos y brasileros) solicita se tengan en cuenta éstas y otras características de nuestra Economía Regional para, además de defenderla, promocionarla.
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