SOCIEDAD PAN CASERO NACIONAL

Panadería Álvarez, y el arte de hacer pan en un horno de leña

Betina Álvarez y Santiago Libertini mantienen la Panadería Álvarez, en Pellegrini, una de las últimas panaderías que hornea con leña en la provincia de Buenos Aires. Allí, casi al límite con La Pampa, madrugan para hacer el pan desde hace más de cien años. Álvarez recordó sus primeras imágenes dentro del local, como una niña metida junto a su hermana "dentro de los canastos del lugar" a modo de juego.

La panadera contó que décadas atrás allí siempre encargaban lechón "para las fiestas". Cuando su abuelo murió el primer local de la panadería cerró sus puertas y su padre la abrió años después en otra propiedas. "Y nosotros con mi marido empezamos a trabajar veinte años atrás cuando por problemas de salud mi viejo dejó el trabajo. Arrancamos 4 30 de la madrugada, a la tarde se amasa el pan. Se deja elevar y después mete en pala al horno a la madrugada", contó. "El horno se prende a las 5 de la tarde, con leña, luego se cierra un tiraje para que se mantenga la brasa, y al otro día se revive", explicó Betina.

En la panadería Álvarez lo que más se vende son "miñoncitos" porque se han modernizado pero antes eran "las galletas de campo y flautas".

"Aquí hacemos todo a leña. Nuestro pan es muy crocante por el calor del horno, hasta el sabor cambia. Nosotros elaboramos todo en el horno a leña: las facturas, las masas finas, las tortas, todo", agregó.