Cientos de mujeres se movilizaron en los alrededores de La Moneda, la casa de Gobierno de Chile, en el marco de los 50 años del golpe de Estado contra Salvador Allende, que instauró una dictadura cívico militar de 17 años.
La vigilia fue este domingo por la noche y las mujeres rodearon el palacio presidencial que fue bombardeado el 11 de septiembre de 1973. Vestidas de negro y con velas en las manos, las manifestantes formaron un fila de por lo menos 5 cuadras para recordar a las "las mujeres de la resistencia", que fueron aquellas familiares de víctimas que lucharon contra la dictadura de Augusto Pinochet haciendo ollas comunes, presentando amparos, manifestándose o encadenándose para saber el paradero de sus familiares.
Loreto Cisterna fue una de las asistentes a la movilización convocada por redes sociales y que contó con el apoyo del presidente Gabriel Boric. “Fui a la actividad porque sentí que fue un acto de reconocimiento. Siento que las hijos y los hijos de la dictadura vivimos una especie de represión al pensamiento donde no podías hablar ni preguntar en la calle o en el metro”, le dijo la manifestante a el área de Géneros de Radio Nacional desde Santiago de Chile.
Una de las “mujeres de la resistencia” es Ana Merino Molina, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos desaparecidos de La Serena, región de Coquimbo, que junto a su madre, Ana Molina, que hoy tiene de 89 años, fueron de las primeras integrantes de la agrupación en la capital chilena.
Toda la familia fue perseguida por tratar de conocer el paradero de su hermano Pedro Merino Molina. Incluso, su mamá fue detenida después de encadenarse frente a los tribunales de justicia pidiendo respuestas.
Ana Merino Molina cuenta que buscaron a su hermano entre la gente en situación de calle o en los centros de atención psiquiátrica, pensando quizás tenía problemas de salud mental. Por décadas fue así, hasta que años atrás descubrieron que su hermano estuvo en Colonia Dignidad, en la provincia de Linares, un campo que estaba administrado por la secta alemana liderada por Paul Schäfer, en el que funcionó un centro clandestino de detención. Pedro aún hoy continúa desaparecido como otras 1.162 víctimas registradas.
La lucha de las mujeres de la resistencia también continúa. En busca de justicia y memoria.
Informe: Celeste del Bianco del área de Géneros de Radio Nacional