Cuando decimos “democracia de mercado” no nos referimos a la economía sino a la política orientada por esa lógica. Y nos preguntamos si Juntos por el Cambio tiene razón. Si la sociedad está tan derechizada como cree esta coalición y de ahí su campaña y propuestas. Patricia Bullrich radicalizó sus críticas y propuestas. Dice con datos falsos, inventados, que el 50 por ciento de la población universitaria es de países limítrofes. Su precandidato a vicepresidente, Luis Petri, dice lo mismo sobre la salud púbica. Propone, textual, “terminar con el tour sanitario de extranjeros". Bullrich y Petri dicen sin decirlo “Argentina para los argentinos”. Como la ultraderecha neofascista de Francia que dice “Francia para los franceses”, y por el mismo motivo: querer exterminar o por lo menos expulsar a los inmigrantes o a descendientes de inmigrantes (en este caso) de países árabes, africanos.

Lo hacen a golpes de bates de béisbol en la cabeza de manifestantes. Se trata de movilizaciones muy masivas que protestan por la muerte de Nahel, un adolescente de familia iraquí, asesinado por la policía francesa. Cuando nos preguntamos si Juntos por el Cambio tiene razón, preguntamos de qué lado está la mayoría de los argentinos y argentinas. ¿Del lado de los manifestantes franceses o de Macrón y de los escuadrones parapoliciales? Bullrich, Petri, Morales, Rodríguez Larreta creen la mayoría de los votantes está del lado de la represión Estatal y paraestatal de las manifestaciones francesas. Argentina para los argentinos.

Gerardo Morales propuso la represión en su provincia como parte del discurso de campaña. Si inferimos una conclusión ideológica de las ofertas y discursos electorales podríamos llegar a la conclusión que Juntos por el Cambio sí tiene razón. Que para ganar elecciones hay que derechizarse porque el electorado está derechizado. Si la demanda es xenofobia, represión institucional, neoliberalismo puro y duro, la oferta es igual. Si esta es la situación ¿qué hacer? Nos preguntamos qué rol podrían desempeñar medios de comunicación, escuela, sistema educativo y otras instancias de la sociedad civil, toda vez que la sociedad política reedita y fortalece las nociones más autoritarias, reaccionarias. En la columna ensayamos respuestas siempre tentativas a estas preguntas ¿Habrá que practicar mas y mejor lo que se llama “batalla cultural”? O quizá la democracia es así: vox pópuli, vox dei;  la democracia que cumple 40 años es una democracia de mercado: es la demanda, esta es la oferta.

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