El sábado fue el 49 aniversario del fallecimiento de Juan Domingo Perón. Unión por la Patria lo rememoró recordando una de sus frases que dice “sobre la hermandad quienes trabajan ha de levantarse en esta hermosa Patria la unidad de todos los argentinos”. Decimos que las consecuencias prácticas de esta definición son importantes. La unidad que vale es “la hermandad de quienes trabajan”. Los que especulan, los que viven del trabajo ajeno, tienen sus propios espacios corporativos de unidad. La Sociedad Rural, Asociación de Bancos Argentinos, Asociación Empresaria Argentina y otras. Y definieron su unidad político-electoral en Juntos por el Cambio. Unión por la Patria debiera ser una unión basada en la hermandad que refiere Perón. Una unidad que se forja en contra de la unidad alcanzada por el Capital especulativo, extractivista, productor de pobreza, salarios de pobreza incluidos. Si la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi expresa o no este tipo de unidad, esta hermandad, es algo que todavía no sabemos. La Comisión Permanente de homenaje al Gral. Juan D. Perón dió a conocer un documento del cual subrayamos este renglón: “A 49 años de su muerte, es fundamental que las nuevas generaciones se informen y se formen en el verdadero legado doctrinario del general Perón”. Afirmamos que el peronismo posterior a la muerte de su líder archivó el legado de Perón.
Nos referimos a solo a un punto. El concepto de táctica y estrategia. Nos basamos en Apuntes de historia militar, texto que escribió cuando, con el grado de Mayor, era Profesor Titular de "Historia Militar" en la Escuela Superior de Guerra. La política actual, incluido el peronismo, es una política de baja intensidad. En este sentido, sus palabras clave son “elecciones, coalición, gestión”, verbo que proviene del diccionario de las empresas y cuyo uso político significa “administrar lo existente”. Cuando la política tenía alta intensidad, antes de la dictadura, las palabras eran táctica, estrategia, frentes, palabras que pertenecen al vocabulario militar. La estrategia refiere a los objetivos finales y abarca a la totalidad de las acciones. La táctica abarca a las partes y facilita el avance hacia los objetivos estratégicos.
Perón dice “nuestra estrategia es clara, la justicia social, la independencia económica y la soberanía política”. Esto es, la estrategia no debiera ser sólo ganar elecciones. Perón, en este texto, las ubicaba en el orden de la táctica. También a las tareas militantes en los frentes: sindical, barrial, estudiantil. Ahora diríamos, además, feminismo, cuestión ambiental, economía popular, luchas de los movimientos sociales para sobrevivir en la pobreza. Cada uno de estos frentes valen en tanto y en cuanto actúen en función de la estrategia. La estrategia es el todo y la táctica es la parte. La parte debe estar en función del todo. El todo es un cambio sistémico. En el caso de Perón y el peronismo, no se trataba de revolución pero sí de una reforma estructural: un capitalismo con justicia social, soberanía política e independencia económica.
Para el peronismo posterior a Perón, la victoria electoral es la victoria final. Táctica sin estrategia. Esto es algo de lo que decimos en la comuna que incluye este enunciado, discutible como todo en política: si el peronismo actual entendiera a las elecciones como momentos tácticos inspirados y orientados a “la hermandad de quienes trabajan”, si se reapropia del concepto “estrategia”, el peronismo volvería a tener potencia para lograr reformas estructurales e incluso para recuperar la imbatibilidad electoral que tuvo hasta 1983.
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