La intensidad de las lluvias que afectó al norte neuquino durante el fin de semana disminuyó notablemente al igual que el nivel extremo alcanzado por los ríos Neuquén, Curi Leuvú y Colorado en la región, pero toda el agua acumulada luego de las crecidas está afectando varias localidades aledañas a la confluencia de los ríos Limay y Neuquén, debido a la erogación de las represas de Los Barreales, El Chañar y Ballester.

En diálogo con Radio Nacional, el subsecretario de defensa civil y protección ciudadana de la provincia, Martín Giusti, indicó que “por suerte ya mermó lo que era la lluvia (...) y ahora toda esa agua está bajando al no contar con represas que la contengan, principalmente el río Neuquén”.

Remarcó que “si hubiesen estado las represas de Chihuido esta agua no pasaba de largo, pero al no contar con estas represas hace que se inunde la zona de Sauzal Bonito y que el agua que llega con tanta presión hacia la zona del Portezuelo tenga que entrar a la represa del embalse Barreales” superando los niveles, por lo cual es necesario volver a erogar aguas abajo.

Giusti detalló que esa erogación “afecta las localidades del Chañar, Vista Alegre, Centenario y Neuquén”, en sitios donde “la gente le ha ganado tierras al río” al no producirse crecidas desde el 2018, por lo cual “la gente se confió e hizo construcciones por dentro de la zona de rivera”.