Antes de la pandemia solo el 8% de los residuos de la ciudad se separaban y reciclaban en la planta SIRVE. Durante la pandemia ese porcentaje disminuyó al 2% y nunca se recuperó.

Estos datos se conocieron durante la visita que la defensoría del pueblo realizó al relleno sanitario de Alicurá en donde depositan los residuos sólidos urbanos no solo San Martín de los Andes, sino también Villa La Angostura y Villa Traful mientras se espera que en los próximos meses hagan lo propio Junín de los Andes y Piedra del Aguila.

El recorrido se realizó gracias a la invitación que la jueza Di Prinzio enviara a los municipios que actualmente utilizan el predio como primer paso en el armado de un plan para la reducción de los volúmenes de basura que se producen.

En su espacio habitual en Radio Nacional, el defensor del Pueblo y el Ambiente, Fernando Bravo, y el defensor adjunto, Gonzalo Salaberry, hablaron sobre la situación del relleno sanitario y de la generación y el tratamiento de la basura en San Martín de los Andes.

Bravo indicó que la celda actual de Alicura ya tiene una altura de más de 13 metros por lo que este espacio de unas 5 hectaréas, que forma parte de un predio que tiene 70 hectáreas de superficie, podría colapsar en unos 6 meses.

Cuando se llegue al límite de la celda en uso la justicia podría autorizar la apertura de nuevos lugares dependiendo de que se mejore y reduzca el volúmen de basura.

Gonzalo Salaberry indicó que la jueza advirtió a las autoridades municipales presentes en el lugar que además del gran volúmen que tenía la basura se presentaba el problema del tipo de residuo que llegaba. Según la magistrada se puede apreciar gran cantidad de plástico, vidrio y cartón, evidencia clara de que los sistemas de separación y reciclado no están funcionando de la manera debida.

Además de alertar sobre la necesaria mejora en el trabajo de la planta del SIRVE, la defensoría del pueblo ha propuesto el cambio de sistema de contenerización de la ciudad por uno que elimina la totalidad de contenedores y los canastos particulares de la vereda, e instala tres contenedores en cada esquina para los distintos tipos de residuo. Esto permitiría reducir los tiempos de recolección y además induce a la población a realizar la separación necesaria.

Sobre esto último señalaron la importancia de cambiar los comportamientos de consumo, evitando la compra de materiales que contengan soportes de telgopor, entre otros que no se reciclan, e instalando composteras en nuestros hogares para tratar los residuos orgánicos. Es importante recordar que el 50% de nuestra bolsa de basura está compuesto por residuos que podrían ser compostados.

Está en estudio la posibilidad de crear un programa de composteras comunitarias. Hoy en día existen dos que reciben los restos orgánicos de los vecinos, una en el vivero municipal en el Arenal y la otra en el vivero Ecoplant.