Un centenar de dirigentes políticos, sociales y sindicales encabezaron un encuentro el pasado lunes en la Legislatura neuquina para reclamar un pacto federal que defina el futuro de las represas, tras la decisión del Gobierno nacional a través de la Secretaría de Energía de la Nación de otorgar la operación transitoria a la estatal Energía Argentina (Enarsa), sin la participación de las provincias de Río Negro y Neuquén.

La convocatoria del encuentro fue impulsada por el diputado provincial Mariano Mansilla (FDT) quien en diálogo con Radio Nacional destacó que los neuquinos “queremos ser parte de la administración” y aclaró “no es que queremos desplazar a nación, queremos que nación esté, que esté Río Negro, y en conjunto administrar hacia adelante las represas”.

El diputado indicó que “estamos viendo hacia adelante (...) a nosotros nos conviene porque nos va el futuro. Es una facturación multimillonaria y vamos a recuperar el manejo de los ríos para poder desarrollar ese sueño que tuvimos cuando se hicieron en los años setenta”.

Mansilla recordó que “son seis represas que fueron implantadas por una dictadura militar en los años setenta, que nos impusieron. Quedaron hasta pueblos enteros bajo el agua, como Picún Leufú”. Señaló que “siempre creímos que esto nos iba a beneficiar (...) y eso no ocurría porque primero lo manejó Nación, en el año 93 Menen las concesionó por treinta años, así que aunque nos dieron la propiedad de estas represas y de los ríos en la reforma constitucional del año 94’ seguimos viendo pasar los cables con la riqueza neuquina hacia Buenos Aires y otros lugares”.

También destacó que “el sistema eléctrico nacional está privatizado, lo maneja una empresa privada que es CAMESA, que si bien la preside la Secretaría de Energía de la Nación, está integrada mayoritariamente por las grandes hidroeléctricas que son transnacionales”.