Desde hace una semana, estas familias entre quienes hay mujeres embarazadas, niñas y niños viven y duermen con colchones que les fueros donados en la calle, expuestas a la lluvia y a la inseguridad, debajo de la autopista Arturo Illia dentro del Barrio Padre Carlos Mugica. Esperan, aún sin éxito, alguna respuesta y solución de parte del Gobierno porteño sobre la situación de sus viviendas que resultaron afectadas por una demolición en el marco del Plan de Urbanización, que incluso provocó el incendio de uno de los inmuebles.
Juan es uno de los damnificados y advirtió que, tras una semana de lo ocurrido, “estamos en la misma situación” y precisó que “sólo se pudo conseguir una vivienda prestada para la vecina a la que se le incendió la casa”.
“El resto seguimos en la calle”, señaló “somos 20 personas entre inquilinos y propietarios" junto a sus familias correspondientes, "tres aceptaron ingresar en condiciones pésimas a sus casas”.
Al dar cuenta de lo ocurrido, explicó que la empresa Villarex SA, contratista del Gobierno porteño, estaba haciendo “trabajos de demolición para reubicar a vecinos que están bajo la autopista”.
Sin embargo, nunca fueron notificados de esas tareas: “vinieron y tiraron todo, no nos avisaron nada ni siquiera cuando estaban demoliendo, no tomaron la molestia en poner alguien en el pasillo para avisar, ni siquiera pusieron un vallado en la calle de enfrente que es muy transitada”, advirtió.
Hace una semana, alrededor de las 14 la empresa Villarex SA tiró abajo una losa como parte del Plan de Urbanización pero terminó provocando el derrumbe de otra losa lindera, lo que afectó a otras casas habitadas por casi 30 familias.
A partir del derrumbe, las personas fueron evacuadas y tres horas más tarde se desató un incendio -cuyo origen aún se desconoce- en la planta baja de una de las viviendas que dañó por completo ese inmueble donde vivían María Isabel Báez, su esposo y sus hijos.
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