Tal vez Telésfora Castillo, junto a Mama Antula, sea la mujer más importante de la historia santiagueña o de su leyenda.
La memoria popular, esa que se transmite de chacarera en chacarera.
“Telesita milagrera/ abogada de los vagos/ Bailando la chacarera/ tomaré los siete tragos”
De rezo en rezo.
“Vivo Santa Telesita/ Santísima Diospamaman/ Si no cumplo la promesa/ que me caiga de la cama”
De copla en copla.
“Telesita milagrera/ cúrame el dolor de panza./ Debajo de un piquillín/ te echaré las mudanzas”
Esa memoria popular la describe de diversas maneras.
Una hipótesis señala que la Telesita era una joven de buena posición económica que alcanzada por la desgracia, primero, con la muerte de su familia a causa del cólera y luego, por la de su marido por las heridas recibidas en un duelo a cuchillo, defiendo su honor. Trastornada por estos sucesos, la Telesita se radica en un rancho de La Banda, donde se gana la fama de curandera.
La Telesita había sido hija única de padres muy ricos. Murieron los dos y como la niña era inocente, ella empezó a dar todo, todo lo que tenía. Las prendas de oro, de plata, la hacienda que ella tenía de la que buscaran, todo se le fue. Y empezó a cantar y bailar. .. La Telesita era como adivina. Cuando decían en tal parte va a haber un baile, ella ya lo sabía y allá se iba. Todo el mundo le tenía lástima. Cuando terminaba el baile ya salía cantando esa chacarera que cantaba. Y siempre estaba en los montes.
La otra versión presenta a Telésfora Castillo como una joven campesina, pobre que padece retraso mental y se hacía presente en las fiestas y disfrutaba del baile. Si bien las dos discrepan en el origen social de la Telesita, ambas coinciden en su destino trágico y milagroso.
“Ya murió la Telesita/ en su tormento quemada./ Promesantes del lugar/ la miran santificada” (León Benarós)
Murió quemada. Se arrimó a un tronco que había estado quemando porque le hacía frío. Se acostó allí y el fuego siguió marchando y se quemó todo. La recogió una señora que era vecina de nosotros, Doña Fernanda Escobar, que ya era vieja. Ella la llevó a su monumento y la sepultó. Y empezó a hacerle las promesas.
La trágica muerte de la Telésfora Castillo la convirtió en un "alma milagrosa"
Una vez había tenido un chancho para carnear y una noche me lo roban del corral, entonces le supliqué a la Telesita: “No, mi chancho va a salir. Telesita, te ofrezco un baile. Voy a tomar siete copas de caña y voy a cantar siete chacareras si me lo haces aparecer”
La devoción a la Telesita es tal, que el pueblo creó la telesiada, fiesta que mezcla plegaria y danza, en la que se prepara un muñeco, simulando el cuerpo de la Telesita, se encienden velas alrededor y se bailan siete chacareras seguidas y entre una y otra se beben caña, vino y aguardiente. La telesiada termina a la madrugada y la imagen de la Telesita es quemada
¡Oh milagrosa Telesita, te ruego que aparezcan mis ovejitas!
La Telesita ha sido asociada al hallazgo de cosas perdidas o robadas, pero también para encontrar agua, provocar lluvia y otro tipo de necesidades.
Pobrecita mi provincia, lástima te estoy teniendo/ al ver sus terrenos secos y en otras partes lloviendo
El santoral del pueblo santiagueño, la tiene como a la Difunta Correa, Gilda y tantas divinidades que custodian los caminos de nuestra fe!!!
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