Las tomas de escuelas públicas en la ciudad de Buenos Aires la realizan estudiantes que reclaman mejores viandas y están en contra de las prácticas laborales obligatorias y amenaza con extenderse pero, en contraste, el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta denunció penalmente a las familias de las y los alumnos involucrados en la protesta en el Mariano Acosta.
La Escuela Normal Superior Lenguas Vivas Sofía Esther Broquen de Spangenberg y la Escuela Superior Especializada en Cerámica N° 1 de la ciudad de Buenos Aires permanecen tomadas por sus alumnos al igual que los colegios Mariano Moreno y Juan Ramón Fernández mientras que el colegio Mariano Acosta levantó la medida.
Los alumnos y alumnas que participan de las tomas afirman que "con hambre no se puede estudiar", exigen que se apruebe el proyecto de "Ley Integral del Derecho a la Alimentación Adecuada en las Instituciones Educativas" y piden que con inmediatez se comiencen a "otorgar viandas dignas para todo nuestro alumnado".
También sostienen la consigna "No a las Acap (Actividades de aproximación al mundo del trabajo y a los estudios superiores)", que consisten en prácticas laborales obligatorias establecidas por el Ministerio porteño de Educación para los alumnos del último nivel secundario de la ciudad de Buenos Aires, como así también mejoras edilicias y mayor seguridad.
Por su parte, el Ministerio de Educación porteño anunció anoche que denunció penalmente a los padres de los alumnos que tomaron los establecimientos.
"Los adultos responsables de aquellos alumnos que participan de las tomas deberán responder por los daños que pudieran sufrir los estudiantes y los bienes escolares", señaló la cartera educativa.
Además, anticipó que "se está preparando una demanda civil para transferirles el costo correspondiente al pago de los sueldos a docentes y no docentes por cada día sin clases debido a la toma de la escuela".
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