El papa Francisco pidió este domingo "soluciones pacíficas" para superar tensiones "políticas y sociales" en América Latina, al tiempo que durante su tradicional mensaje pascual lamentó la "guerra que no cesa de sembrar horror y muerte" en Siria. Pidió "trabajo para los jóvenes" y se solidarizó con las víctimas de violencia doméstica.
"Que se construyan puentes de diálogo, perseverando en la lucha contra la plaga de la corrupción y en la búsqueda de válidas soluciones pacíficas ante las controversias, para el progreso y la consolidación de las instituciones democráticas, en el pleno respeto del Estado de derecho", pidió el Pontífice, durante la bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
A comienzos de mes, el Pontífice se había referido en la misma línea al deplorar el uso de la violencia para resolver los conflictos abiertos en Paraguay, donde manifestantes habían tomado e incendiado el Congreso, y en Venezuela, donde el Vaticano actúa como "facilitador del diálogo" ante la crisis que divide a oficialismo y oposición.
"Que en estos tiempos el Señor sostenga en modo particular los esfuerzos de cuantos trabajan activamente para llevar alivio y consuelo a la población civil de Siria, víctima de una guerra que no cesa de sembrar horror y muerte", agregó Bergoglio, de cara a la Plaza colmada por miles de fieles y un operativo de seguridad que movilizó 5.000 efectivos en la capital italiana.
"Fue ayer el último innoble ataque a refugiados en fuga que ha provocado numerosos muertos y heridos", indicó, en referencia a un bombardeo contra un convoy de autobuses que trasladaba a miles de evacuados en el oeste de Alepo, según denunciaron diversos organismos, con decenas de víctimas.
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