Silvio Páez, pescador de 47 años que tiene su casa en Puerto Sánchez, dijo que la histórica bajante genera diferentes perjuicios a los pobladores de la costa como la falta de algunas especies de peces que al estar secas las lagunas no pueden desovar. Sábalo, mandubé, cachorro, amarillo y el patí es lo que escasea.
Asimismo, dijo que se están generando grietas en las viviendas del barrio y el estado de la calle no es bueno por el movimiento de la tierra, por lo que entran pocos comensales a los quinchos del fondo de la arteria.
“Vivo de la pesca, vendemos empanadas y pescado frito y asado. Tenemos que tirar con eso”, expresó.
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