En la primera edición del Panorama Nacional, Mario Giorgi se refirió a la judicialización de la política durante la gestión de Mauricio Macri, y los efectos que dichas práctica traen a la democracia.
“El gobierno de Macri fue responsable de la presión, y la manipulación en los ámbitos procesales, hallando un terreno permeable que contó y cuenta con la colaboración de los medios dominantes y su determinación manifiesta contra el campo popular. En el espacio normal, donde jueces imparciales deben resolver los conflictos bajo el cumplimiento de las leyes sosteniendo su autonomía e independencia institucional, se introduce el lawfare. Y tomando distancia de nuestras subjetividades solo basta repasar la manipulación orgánica del sistema político judicial y mediático que desde finales de 2014 comienza a operar en la Argentina, disponiendo un alineamiento ideológico también económico y hasta delictivo, dispuesto a instalar, sostener y controlar un modelo de exclusión y privilegios. La judicialización de la política impacta en la democracia degradandola, por el uso de herramientas de la justicia para la persecución política, lawfare o guerra jurídica. Y la asociación o participación de actores del poder judicial con esos fines, como se ve reflejado cada día con mayor claridad, ha requerido no solo la complicidad de jueces y fiscales, necesita también del protagonismo de los medios de comunicación dominantes actuando coordinadamente como en tiempos de los grupos de tareas de la dictadura”, expresó.