El sábado 26 de diciembre, los vecinos escucharon gritos desesperados desde la casa de Gabriela Lencina, en barrio Coronel Olmedo, en Córdoba. Cuando llegó la ambulancia y la policía, la encontraron con graves quemaduras junto a su pareja, quien argumentó que había sido un accidente doméstico con alcohol y un cigarrillo. El hombre se subió a la ambulancia y la acompañó al Instituto del Quemado, donde finalmente murió el domingo 3 de enero.
Luego se conocieron más detalles de la historia, que tuvieron como desenlace la detención del hombre, quien está imputado por homicidio doblemente calificado. Su hija mayor contó que la violencia estaba presente desde hace un tiempo en la relación: “Hace un año nos venía dando advertencias de lo que estaba pasando pero no quería que nos involucremos por miedo a que nos pasara algo”, explicó.
Ese día, la hija de la víctima estaba en su casa cuando recibe el llamado de Sebastián, la pareja de su madre: “Che Bebi, ¿te podés llegar? Tu mamá está prendida fuego”, le dijo al teléfono. De fondo se escuchaban los gritos de desesperación de su madre.
Inmediatamente acudió a la casa, donde ya se encontraba la policía que había sido advertida por los vecinos. Cuando llegó, la vio: “Estaba envuelta en una toalla y él la tenía abrazada. Cuando ve la policía me empieza a insultar y a decirme que me vaya”, relató. En ese momento, el hombre explicó que Gabriela estaba fumando cuando se le cayó alcohol al piso y, al querer levantarlo, se prendió fuego. “En ningún momento le creí”, sostuvo.
Todo transcurrió frente a los ojos de una niña de 4 años hija de ambos. “Mi mamá me pedía que me la llevara y él me decía que no, que a su hija no la tocara”, contó Patricia, quien, al llegar la ambulancia le preguntó a su hermanita qué le había pasado a su mamá: “Me dijo que estaba prendiendo un cigarrillo y que el padre le tiró alcohol”.