Una piedrita que Facundo Astudillo Castro llevaba como colgante cuando desapareció el 30 de abril pasado fue hallada en el baúl de un patrullero de la policía bonaerense que estaba secuestrado en el marco de la causa y que se determinó que estuvo el 8 de mayo a unos 800 metros de donde fue encontrado el cadáver del joven, es decir, nueve días después de su desaparición.
Se trata de una turmalina que fue hallada hoy por el perro adiestrado "Yatel" del perito de la querella Marcos Herrera, durante un peritaje realizado sobre el Toyota Etios que había sido secuestrado el 25 de agosto pasado y que pertenecía a la Unidad de Prevención de Policía Local (UPPL) de Bahía Blanca.
El secuestro de ese móvil policial se había registrado luego de que el fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez recibiera un informe de Asuntos Internos de la policía provincial que aseguraba que el GPS de ese vehículo marcaba que habría circulado nueve días después de la desaparición de Facundo por el cangrejal donde fueron hallados sus restos.
Precisamente, en las últimas horas, los investigadores recibieron los resultados de un peritaje tecnológico que determinó que el geolocalizador de ese patrullero funcionaba normalmente y lo ubicó a unos 800 metros de donde fue hallado el cuerpo.
"La turmalina es una piedra que Facundo llevaba de colgante", dijo Luciano Peretto, uno de los abogados que representa a Cristina Castro, la madre de Facundo.
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