Los jardines maternales privados pasan por momentos muy complicados por la falta de actividad y la baja de muchos niños, ya que sus padres y madres decidieron dejar de pagar las cuotas. Esto provoca el cierre de muchos de ellos ya que no se pueden costear gastos de alquiler, impuestos, salarios e insumos mínimos. Agrava el contexto que estas instituciones no son representadas por la DGE. La docente Ruth Ibar del jardíncito "Aserrín Aserrán" contó en Panorama Federal que la protesta que realizaron junto a sus colegas en la Casa de Gobierno tendría sus frutos positivos a largo plazo.

La docente espera que se concreten porque alarma la situación para las docentes y dueños de estos establecimientos: