Una historia insólita tenis

Etcheverry deportado y con COVID

Por Daniel Corujo

El tenista argentino Tomás Etcheverry, nacido en La Plata hace 22 años, es uno de los protagonistas del challenger que se disputa en Buenos Aires y ya está en cuartos de final.

Pero esa historia no es la que pretendemos contar, sino la que vivió muchas semanas antes donde primero fue deportado desde Europa y luego le saltó el positivo de COVID. Una pesadilla…

“Cuando llego a Alemania para un Challenger me agarra un agente de migración de dos metros y medio, je, enorme, y me revisó de punta a punta el pasaporte. Me dijo que estaba 23 días superado el límite de estadía en Europa y que me tenían que deportar”, contó el platense.

Le contaron que, a pesar de su negativa, lo iban mandar de Alemania a Zagreb, fueron “inflexibles” los policías del Aeropuerto.

Etcheverry contó que pasó en la comisaria del Aeropuerto 24 horas y que me dejaron ir a comprar algo de comer, “pero escoltado con dos policías enormes y con armas”.

“Esa noche casi no pude dormir porque me hacía la cabeza con que eso es un delito en la comunidad europea, había firmado papeles que estaban en inglés, pero había cosas que no entendía. Tenía un cagazo bárbaro”, cuenta, ahora con el paso del tiempo, con una sonrisa.

“El vuelo de Alemania a Croacia salía a las 12:00 y 11:50 yo todavía estaba en la oficina. Me llevaron dos policías, uno adelante y otro atrás, hasta la puerta del avión y mi pasaporte se lo dieron al comandante del avión y no a mí”.

Pero la historia para el tenista argentino, siguió…

“Cuando bajo del avión en Zagreb había dos agentes aeroportuarios en la manga. Increíble. En Croacia cuando expliqué mi situación y me dijeron “tenés 12 horas para conseguir un vuelo para volverte a tu país” y de ahí me fui a Turquía, llegué y estaba lleno de gente y durmiendo en el piso”.

Y aún le faltaba un capítulo a esta historia de Tommy…

“Para colmo llego a la Argentina y, cuando creo que terminó toda esta pesadilla, me da positivo de COVID el antígeno en Ezeiza. Yo creo que me contagié esas 24 horas que tuve en Alemania. No lo podía creer. Y mi mamá llorando afuera del Aeropuerto”.

Ahora está de nuevo en las canchas y con ganas de ser protagonista en el Challenger de Buenos Aires.